Moby Dick es nuestro ejemplo para este post: Conceptos fundamentales de la adoración Un problema de definición Al comenzar el estudio del PRCC, debemos necesariamente definir qué es lo que entendemos por adoración, pues existen concepciones erróneas de los elementos que participan en un acto de adoración verdadero. "Yo era un buen cristiano; nacido y nutrido en el seno de la infalible Iglesia Presbiteriana. ¿Cómo podía yo unirme a este idólatra salvaje para adorar su pedazo de madera? ¿Pero qué significa adorar?, pensaba yo. ¿Acaso supones ahora, Ismael, que el magnánimo Dios de los cielos y la tierra -incluyendo a los paganos y todos los demás- puede acaso estar celoso de un insignificante pedazo de madera negra? ¡Imposible! ¿Pero qué significa adorar? -el hacer la voluntad de Dios- ¡eso es adorar! ¿Y cuál es la voluntad de Dios? -el hacer por mi prójimo lo que me agradaría que el prójimo hiciera por mí - la voluntad de Dios. Ahora bien: Queequeg es mi prójimo. ¿Y qué desearía yo que Queequeg hiciera por mí? Obviamente, que me acompañe en mi forma particular de adoración presbiteriana. Por lo tanto, yo debo unirme a él en su adoración; ergo, me debo transformar en un idólatra. Así que encendí las virutas; ayudé a preparar al pequeño e inocente ídolo; junto con Queequeg le ofrecí galletas quemadas; me incliné delante de él dos o tres veces, besé su nariz, y habiendo terminado todo eso, nos cambiamos y fuimos a dormir, en paz con nuestras propias conciencias y con el mundo entero." Evidentemente, el autor se ha equivocado en su definición de qué significa adorar, cuál es la voluntad de Dios, y cuál debe ser mi disposición frente a Dios en la adoración. El razonamiento planteado por Melville es confuso y evidentemente elautor no era creyente: sus errores son claramente identificables. Sin embargo, es entre quienes creen conocer su teología en donde surgen los problemas más profundos y peligrosos. En su comentario del libro de Oseas, el puritano Jeremiah Burroughs explica respecto a Oseas 4.15: "Cuanto más se acerca el culto falso al verdadero, más peligroso es. Israel estaba más cerca del verdadero culto a Dios que los paganos: así que el profeta no dijo "aunque los paganos sean idólatras, no dejes que Judá también lo sea"; sino que dijo "Si tú, Israel, te prostituyes, ¡que no resulte culpable Judá!" Era más peligroso que Judá se dejase pervertir por Israel, a que sea pervertida por cualquiera de los pueblos paganos. Hoy en día, resulta más peligroso el ser pervertidos por quienes comparten con nosotros muchos asuntos correctos, que serlo por los papistas, a quienes aborrecemos, y cuyos caminos vemos como abominables. No existe tanto peligro, especialmente para aquellos que profesan la santidad, de ser apartados por quienes abiertamente violan las leyes de Dios, que por hermanos que se unen a nosotros en asuntos que son correctos, y se acercan mucho al verdadero culto a Dios..." El versículo y el comentario de Burroughs alertan sobre estas situaciones. El juego sarcástico de palabras que reemplazó a Bethel o casa de Dios por el de Beth-aven o casa de la nada , es claramente descriptivo de lo lamentable de tales situaciones. Según H.D. Deeby, Oseas sabía muy bien que TODO en Israel dependía del conocimiento de Dios y del culto a Dios. El conocido teólogo y profesor del Reformed Theological Seminary, Dr. John M. Frame, define a la adoración como "la acción de reconocer la grandeza de nuestro Dios". La primera de esas palabras es la expresión griega λατρεία o latinizado "latreia" (o ABODA en hebreo). n la traducción de la Septuaginta (versión griega de la Biblia hebrea del siglo II aC) la palabra aparece un total de noventa veces, y generalmente está referida al servicio a Dios, y más específicamente, a la práctica formal de la adoración por medio de los sacrificios ofrecidos en el tabernáculo y en el templo, realizados por el pueblo. Latreia es esencialmente una acción e implica necesariamente una participación de los actores involucrados. No se trata de algo pasivo. Reafirmando este concepto, podemos ver que en el Nuevo Testamento, la palabra define únicamente el servicio a Dios , y nunca el servicio de una persona a otra persona. Hechos 7.7:"Pero sea cual sea la nación que los esclavice, yo la castigaré, y luego tus descendientes saldrán de esa tierra y me adorarán en este lugar." Hebreos 8.5:"Estos sacerdotes sirven en un santuario que es copia y sombra del que está en el cielo, tal como se le advirtió a Moisés cuando estaba a punto de construir el tabernáculo: «Asegúrate de hacerlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña." Mateo 4.10: "—¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: "Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él." Lucas 4.8: "—Escrito está: "Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él." Apocalipsis 7.15: "Por eso, están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo; y el que está sentado en el trono les dará refugio en su santuario." Apocalipsis 22.3: "Ya no habrá maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus *siervos lo adorarán ..." Lucas 2.37: "...y luego permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro. Nunca salía del templo, sino que día y noche adoraba a Dios con ayunos y oraciones." Hechos 26.7: "Ésta es la promesa que nuestras doce tribus esperan alcanzar rindiendo culto a Dios con diligencia día y noche. Es por esta esperanza, oh rey, por lo que me acusan los judíos." Romanos 9:4b: "De ellos son la adopción como hijos, la gloria divina, los pactos, la ley, y el privilegio de adorar a Dios y contar con sus promesas." Hebreos 9.1:"Ahora bien, el primer pacto tenía sus normas para el culto , y un santuario terrenal." Hebreos 9.6: "Así dispuestas todas estas cosas, los sacerdotes entran continuamente en la primera parte del tabernáculo para celebrar el culto." El concepto bíblico de latreia no se limita al servicio a Dios como expresión cúltica, sino que se extiende a toda la vida del creyente. En Romanos 12.1 leemos: “Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional.” En su comentario de este texto, el teólogo reformado C.E.B. Cranfield presentaba la siguiente afirmación: "Lo que quería decir (Pablo) era que se trataba de un culto racional, consecuente con una adecuada comprensión de la verdad del evangelio; por ende un culto o adoración reflexiva, inteligente. El ofrecimiento de uno mismo es el ofrecimiento de todo su ser en el curso del vivir concreto, cuestión no sólo de pensamientos, sentimientos y aspiraciones íntimos, sino también de palabras y actos externos, de obediencia en el curso de la vida. Este es el tipo de culto que puede con propiedad llamarse "racional", porque es el tipo de culto que el conocimiento verdadero del evangelio exige y hace posible." 14 E. Kreider complementa este magnífico concepto diciendo: "...el sacrificio vivo es nuestra verdadera latreia...que se aplica a toda la vida.Es adoración incesante. Es adoración que transforma nuestra motivación y nuestro comportamiento. Latreia nos mantiene inconformes con el mundo, y nos transfigura a la imagen de Cristo. Todo es vida de adoración.” Deuteronomio 6.5:"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas." Lucas 10:27: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente", y: "Ama a tu prójimo como a ti mismo." Ambos textos resaltan y reafirman la idea de que la verdadera latreia es el servicio a Dios presentado por el hombre con todo su ser, lo que incluye sus emociones junto con todo su cuerpo, pues la propia esencia de Dios, poderoso e infinito, manifiesta cuán abarcativo debe ser el acto de adoración. Por lo tanto, en la adoración proskynesis honramos a uno superior a nosotros mismos y no a un igual o a un inferior. A Dios le debemos un honor único, no compartido, exclusivo, cosa que se hace evidente en os siguientes pasajes bíblicos: a. El primer mandamiento en Éxodo 20.3: "No tengas otros dioses además de mí." b. La Shemá Israel (del hebreo,ֵלָאְׂרִשיַעְׁמש, "Oye, oh Israel") de la tradición deuteronomista en Deuteronomio 6.4-5: "Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas." c. Las demandas del señorío de Dios en el sermón del monte en Mateo 6.24: "Nadie puede servir a dos señores... No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas." y también en 1 Corintios 10.31 "Ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios." En las prácticas de las ortodoxias protestantes, romana y orientales, la idea de latreia y proskynesis se refiere a aquella forma de reverencia que únicamente debe dirigirse a la Trinidad o a Dios Padre. En el centro de toda adoración está Dios mismo. La adoración resulta verdadera cuando se conjugan dos elementos esenciales a. la revelación por medio de la cual Dios se manifiesta frente al ser humano, y esto se da por el obrar del Espíritu Santo en la creación, en su palabra escrita (la Biblia), y en el Verbo encarnado (Jesucristo). b. la respuesta con la que el hombre responde a Dios ante tal magnificencia, que se traduce en servicio a Dios. Nuestra forma de adorar debe reflejar los atributos esenciales del Dios a quien adoramos. En el acto de adoración, reconocemos a Dios y le adoramos en respuesta a tres aspectos esenciales de su persona: 1) Su poder soberano sobre la naturaleza, la creación y la historia; sobre la providencia y sobre la redención. Lo adoramos por sus obras poderosas.Apocalipsis 15.3b-4. 2) Su autoridad absoluta y final . Su palabra es la autoridad absoluta y final. Lo adoramos al leer y exponer su palabra de autoridad. El salmo 19.7-10. 3) Su presencia real y verdadera entre su pueblo. El Dios del pacto promete su presencia entre el pueblo que él mismo ha elegido para ser su pueblo. Experimentamos su presencia entre nosotros al adorarlo como vemos en los siguientes textos: Sofonías 3.17, Isaías 7.14, Mateo 1.23, 1 Corintios 14.25. En Éxodo 20.24. Nuestra adoración responde a la necesidad imperiosa que tenemos de dar gracias a Dios por la redención recibida gratuitamente, o sea,por lo que él ha hecho . “Tenemos un propósito por el cual adoramos a Dios: adoramos a Dios por quien és y por lo que él ha hecho.”
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