• SERIE LAS CONSECUENCIAS DE LAS IDEAS•
No hace falta señalar la importancia filosófica del prólogo del Evangelio de Juan, cuando se refiere a la personalidad y filiación eterna de Cristo como el Verbo, el Logos de Dios, metáfora usada ampliamente por la filosofía griega y el judaísmo helenizado.
La meditación sobre el Logos de Juan constituirá el punto de arranque y la meta de las especulaciones del pensamiento cristiano. No significa ninguna desvirtuación de la fe cristiana que confiesa a Cristo como Señor e Hijo Dios manifestado en el hombre Jesús de Nazaret. Precisamente la metáfora del Logos divino, la Palabra divina, fue adoptada por Juan y los apologetas cristianos para hacer plausible, el doble hecho de la unidad en Cristo de lo divino y lo humano.
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