la relación del intérprete con el objeto de su estudio. A diferencia de la Iglesia de Roma, las iglesias de la Reforma, aceptaron el importante principio de que cada individuo tiene el derecho de investigar e interpretar por sí mismo la Palabra de Dios.
Es verdad que también mantuvieron que a la iglesia, en virtud de su potestas doctrinales, le ha sido confiada la importante tarea de preservar, interpretar y defender la Palabra de Dios, para cuya suprema tarea ha sido capacitada por el Espíritu Santo; pero repudiaron la idea de que toda interpretación eclesiástica es, por sí misma, infalible y obligatoria para las conciencias.
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Junio 2021
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