meditaciones
IGLESIA Y FAMILIA
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Desde el capítulo nueve hemos estado tratando con la manera de preparar el corazón para la obra de la mortificación del pecado. En este capítulo final, concentraremos nuestra atención en la obra misma. Hay dos aspectos de esta obra:
1. La obra específica que el creyente es responsable de realizar. 2. La obra que solamente el Espíritu de Dios puede realizar. Primero, la obra específica que el creyente es responsable de realizar.
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Diciembre 2020
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