meditaciones
IGLESIA Y FAMILIA
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Qué significa esto y cómo puede ser hecho?
Significa que usted debe hacer más que simplemente reconocer la culpa de su deseo pecaminoso. Usted debe inquietar su conciencia con la culpa de su particular deseo pecaminoso. ¿Como puede usted hacer esto? Vamos a señalar dos formas generales y dos formas específicas de hacerlo. ¿Q Regla 3: Inquiete su conciencia con la culpa de sus deseos pecaminosos.
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Hay algunas reglas generales y principios que son esenciales para la mortificación bíblica del pecado, sin las cuales ningún pecado será jamás mortificado.
En este capítulo consideremos la primera y más básica de estas reglas. Solamente un creyente, es decir, una persona que está verdaderamente unida con Cristo es capaz de mortificar el pecado. Como ya hemos notado en el primer capítulo, la mortificación es la tarea de los creyentes: “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis” (Romanos 8:13) Una persona no regenerada (es decir, una persona que no está realmente unida con Cristo por la fe), puede hacer algo parecido a la mortificación, pero no puede realmente mortificar ni siquiera un solo pecado, en una manera aceptable a Dios. |
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Diciembre 2020
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