Por qué Pablo sentía tanto amor por los filipenses? 1:1-11. ¿Qué pedía a Dios a su favor? ¿En qué situación se hallaba Pablo cuando escribió esta carta? 1:12-26. ¿Cuáles resultados había de las prisiones de Pablo? ¿Cuál era el ánimo y el anhelo de Pablo en medio de su situación tan difícil? ¿Cuáles advertencias o exhortaciones hacia Pablo a favor de los filipenses en 1:27‒2:4? ¿Con qué fin las hacía? Filipenses 1:1-11 Antes se escribía primero el autor en la sociedad de Pablo, Esto es evidente del hecho de que a lo largo de toda la carta, con excepción de la salutación, él usa la primera persona del singular (“yo” y “mi” y no “nosotros” y “nuestro”), mientras que cuando se refiere a Timoteo usa la tercera persona (“su” y “él”).Pablo se llama a sí mismo y a Timoteo siervos.Fil. 1:1, agotase todo su significado, y si, por otra parte, nuestra palabra esclavos no fuese considerada en absoluto en su aspecto negativo, la traducción esclavos sería correcta e incuestionable. Al añadir de Cristo Jesús, Pablo hace dos cosas: (1) Dirige la atención hacia su Señor y la aparta de sí mismo y de Timoteo. No son ellos los verdaderamente importantes, sino Jesucristo. En el sentido más profundo, Filipenses es la carta de Cristo a la iglesia. Que los filipenses tengan esto presente. Enfoca la luz sobre su Amo celestial antes que sobre Roma la cual se consideraba a sí misma como la dueña del mundo.
Pablo era el apóstol y Timoteo su delegado. Es más, en Cristo, aunque los dos diferían en edad, autoridad y experiencia, eran igua-les en el sentido de que ambos habían sido salvados por la misma gracia y estaban dedicados a la misma sublime labor. La verdadera accion de gracias de Dios Un santo es una persona apartada por el Señor, Lo mismo ocurría en la antigua dispensación donde había determinados lugares, objetos y personas que habían sido apartados o consagrados para el servicio de Dios. Sin embargo, aun los pecadores redimidos nunca son santos según su propia justicia. Por eso Pablo se dirige a los miembros de la iglesia en Filipos llamándoles santos en Cristo Jesús, o sea, en virtud de la unión con El. FORENSE PRACTICO “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús Los que andan, no conforme a la carne, sino conforme al Espíritu (Ro. 8:1, 4). “y él murió por todos para que los que viven, ya no vivan para sí ... de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es” (2 Co. 5:17). Pablo dirige su carta en general, y su salutación introductoria en particular a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con (es decir, en asociación con) los obispos y diáconos. Allá por el año 44 d.C., con motivo de una gran hambre, fue enviada a Judea una comisión de ayuda compuesta por Saulo y Bernabé, llevando un donativo, para socorrer a los creyentes necesitados de aquella provincia. Hch. 14:23 Durante el periódo comprendido entre los años 44–50 d.C., en su segundo viaje misionero, Pablo instituyó ancianos en todas las iglesias. 1 Ts. 5:12, 13 Alrededor del año 52, también en su segundo viaje misionero, el mismo en que fue funda-da la iglesia de Filipos, el apóstol escribe a los tesalonicenses: “Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y están sobre vosotros en el Señor, y os amonestan; y que los estiméis altamente en amor por causa de su obra.” Parece más que proba-ble que los obispos o ancianos estaban incluidos en esta referencia. Hch. 20:17–38 En el año 57 o 58 d.C., Pablo, en su tercer viaje misionero, llega a Mileto en las costas del Asia Menor, y envía a llamar a los obispos (versículo 28) o ancianos (versículo 17) de la región de Efeso, para decirles adiós con un conmovedor discurso. 1 Ti. 3:1–7; Tit. 1:5–9 Un poco después de Filipenses, aunque no mucho después del año 63 d.C., Pablo, cuando fue librado de su primer encarcelamiento romano, escribe desde Macedonia enumerando los requisitos para desempeñar el cargo de obispo (1 Ti. 3:1; Tit. 1:7) o anciano (Tit. 1:5), parece indicar que anciano y obispo son la misma persona. El que con respecto a su edad y dignidad es llamado anciano, es llamado también obispo o superintendente con respecto a la naturaleza de su misión. El resto de la salutación—podríamos llamarla la salutación propiamente dicha es como sigue: gracia a vosotros y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Así pues, sobre todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos, la gracia y su efecto, la paz, son pronunciadas: la gracia, es decir, el espontáneo e inmerecido favor de Dios en acción, el don de su soberana, gratuita e infinita bondad en operación; y la paz, o sea la convicción de la reconciliación mediante la sangre de la cruz, una verdadera abundancia y plenitud espiritual. 1.3–11 II. La acción de gracias y la oración 1:3–8 a. La acción de gracias. El apóstol está jubiloso. Pensando en la maravillosa forma en que ha sido conducido y en el amor que por el evangelio y por él ha demostrado la iglesia de Filipos, dice, “doy gracias a mi Dios”.Bendiciones, aumenta el gozo. Por lo tanto sigue a continuación un paréntesis en el cual se indica una circunstancia que acompaña a la acción de gracias: siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros.porque la oración con acción de gracias es una oración gozosa. “vuestra perseverancia en la participación unánime en la obra del evangelio ,me ha convencido de que sois objetos de la preservación divina. La palabra koinonia tiene varios significados en el griego moderno; tales como, sociedad, comunicación, y (santa) comunión. Ha sido usada también para indicar el lazo del matrimonio. ¿Significa asimismo comunión entre Dios (o los dioses) y el hombre? En la antigua Grecia, debido a que en muchos aspectos los dioses se asemejan a los hombres, cierto contacto entre ambos se consideraba posible. En efecto, la edad de fábula registra muchos ejemplos de tales relaciones. Aun cuando en los círculos más cultos la mitología estaba desprovista de sus elementos más crudos, persistía la idea de fraternidad o comunión entre los dioses y los hombres. Por ejemplo, Platón escribió: “Los sabios nos dicen, Calicles, que el cielo y la tierra y los dioses y los hombres mantienen su unión por medio de la koinonia (comunión) y la amistad ... y esa es la razón, amigo mío, por la que ellos llaman orden(kosmos) al conjunto de este mundo ...” (Gorgias, 507 A.) A pesar de todo, ha de ser admitida la realidad de la comunión en la antigua dispensación. Aunque tras la entrada del pecado con su efecto destructor sobre la raza humana, tal comunión dejó de ser natu-ral, sin embargo existió como un don especial de Dios a sus hijos. Así, Enoc camina con Dios (Gn. 5:22). Jehová conoce a Moisés cara a cara (Dt. 34:10). En segundo lugar, hay la idea implícita de que los creyentes tienen comunión unos “con” otros. Son copartícipes (Fil. 1:7); imitadores juntamente (3:17); de un mismo ánimo (2:2); combaten unidos (1:27; 4:11); se regocijan unidos (2:17, 18); colaboradores (2:25; 4:3). Véase también los siguientes pasajes: se confortan mutuamente (Ro. 1:12); se recrean juntamente (15:32); son compañeros (o copartícipes) en las prisiones (16:7); son conciudadanos (Ef. 2:19); están bien coordinados y juntamente edificados (2:21); son coherederos, miembros de un mismo cuerpo, y copartícipes (3:6). Fuera de Cristo y de su Espíritu esta comunión es completamente imposible., escogidos desde la eternidad, atrayendo como un imán a quienes les ha sido dado por el Padre.Jesús, por medio de su crucifixión, resurrección, ascensión, y coronación, atrae hacia sí (es decir, hacia una fe permanente en sí mismo) a todos los elegidos de Dios sin distinción de edad, región o nación. Estos, en la persona de su Fiador, Cristo Jesús, han sido juzgados, condenados, y crucificados; y tam-bién vivificados y resucitados con El. por el Espíritu, éstos se acercan a El y le aceptan mediante una fe viva, la cual es un don del Espíritu. Hay en consecuencia una participación de fe en los sufrimientos, en el cuerpo, y en la sangre de Cristo (Fil. 3:10; 1 Co. 10:16; 2 Co. 1:7; y cf. Flm. 6), así como en su resurrección y gloria (Fil. 3:10; Col. 3:1). La fe conmemora la muerte de Jesús, se regocija en su presencia, y espera su revelación en gloria. (3) Es una comunión en oración y acción de gracias. La fe se expresa por medio de estas devociones. Los creyentes oran solos y unidos. (4) Es una comunión de los unos con los otros en amor mutuo. (5) Es, por lo tanto, una comunión de ayuda mutua, una comunión que acude en socorro de las necesidades de todos. (6) Es, en consecuencia, una comunión que fomenta la obra del evangelio. 7) Es una comunión en la separación. Y aunque parezca paradójico, es cierto. La koinonía es una comunión en contraste con el mundo. (8) Finalmente, es una comunión en la lucha. recae sobre la sincera cooperación en la obra del evangelio (cf. 1 Co. 9:23), una participación unánime. Desde el primer día hasta ahora, y no las volvió a cerrar, Acción de gracias a Dios reflexiones Hay varios hechos que resaltan en gran manera esta cooperación activa. (1) Fue una comunión en pro del fomento del evangelio (nótese εἱς), no solamente en interés de un buen amigo como Pablo. En el corazón de los filipenses había cabida para otros además de él. Por ejemplo, ellos dieron un magnífico ejemplo de caridad cristiana (junto con los otros creyentes de Macedonia) ayudando a las necesidades de los santos pobres de Jerusalén (2 Co. 8:1–5). (2) Fue excepcional. Ninguna otra iglesia había manifestado tan alto grado de comunión (Fil. 4:15). (3) Fue espontánea. Siempre que hubo una necesidad y la oportunidad para socorrerla, los macedonios (incluyendo seguramente a los filipenses) dieron voluntariamente y con agrado (2 Co. 8:2, 3). (4) Esta cooperación incluyó el dar conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas(2 Co. 8:3). (5) No fue cosa de un impulso pasajero, sino de un principio perdurable. La misma frase (en Fil. 1:5) “desde el primer día hasta ahora” resalta la perseverancia en contra de todos los in-convenientes. Los filipenses no perdieron su primer amor a lo largo de toda aquella década (contrátese Ap. 2:4). Estando confiado precisamente de esto, que el que comenzó en vosotros una buena obra, la perfeccionará. Nótese cuan estrechamente rela-ciona el apóstol la perseverancia humana (“vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora”) con la preservación divina. “La obra que en mí es por ti comenzada será por tu gracia plenamente consumada”. Dios, por lo tanto, no es como el hombre. Los hombres hacen experimentos y dejan las cosas a medio hacer; pero Dios ejecuta sus planes hasta el final y con éxito. Esta enseñanza de la preservación divina para una vida de servicio (que implica, lógica-mente, la perseverancia humana) está en armonía con la enseñanza de toda la Biblia, la cual nos habla de: BENEFICIOS una fidelidad que nunca será quitada (Sal. 89:33; 138:8), una vida que nunca tendrá fin (Jn. 3:16), una fuente de agua que jamás dejará de brotar dentro de aquel que la beba (Jn. 4:14), un don que nunca será perdido (Jn. 6:37, 39), una mano de la cual las ovejas del Buen Pastor nunca serán arrebatadas (Jn. 10:28), una cadena que jamás se romperá (Ro. 8:29, 30), un amor del cual nunca seremos separados (Ro. 8:39), un llamamiento que nunca será revocado (Ro. 11:29), un fundamento que jamás será destruido (2 Ti. 2:19), y una herencia que nunca se corromperá (1 P. 1:4, 5). Se le llama el día de Cristo Jesús porque en ese día El será manifestado en gloria, será recibido por su novia (la iglesia), y juzgará, y, de esta forma, será publicamente vindicado.Además, se requieren todos los redimidos hijos de Dios para perfeccionar un solo hijo redimido. Pablo nos muestra que su confianza (véase el v. 6) con respecto a los filipenses está bien fundamentada, cuando añade: me es justo sentir esto acerca de todos vosotros, por cuanto os llevo en el corazón.Y el hecho, a su vez, de que el apóstol ame a los filipenses en su corazón, encuentra fácil explicación en la situación sobre la cual realmente re-cae el énfasis, es a saber: todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. . En cuanto a esta palabra gracia véase C.N.T. sobre 1 y 2 Tesalonicenses, p. 53. Pablo continúa: (como es evidente), tanto en mis prisiones como en la defensa y confirmación del evangelio.En la defensa y confirmación del evangelio.Testificó de sí mismo como heraldo del evangelio. Pablo ya había escrito: os llevo en el corazón (v. 7); y ahora muestra que esto no es ninguna exageración: Porque Dios me es testigo de cuánto os añoro a todos vosotros con el entrañable afecto de Cristo Jesús. Debido a la importancia que tenía esto que los filipenses supiesen que él los amaba, para que fuesen confirmados en las verdades que les había declarado y que sus amonestaciones hallasen eco en sus corazones, el apóstol apela a Dios que no puede mentir y que juzga el corazón del hombre. La oración Una vez que Pablo ha reafirmado su gran amor por los filipenses, puede proceder en la forma en que lo hace; porque aunque las palabras que siguen a continuación impliquen que la perfección no ha sido alcanzada entre quienes habían de escuchar la lectura de esta epístola, la misma introducción diplomática y prudente (v. 3–8) ha disipado cualquier motivo que pudiera dar lugar a ofensa.También observamos que Jesucristo es considerado como el Único de quien proceden estas gracias que son derramadas sobre el creyente. (1) Su carga: Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más. or tanto, el amor del que Pablo habla es el inteligente e intencionado deleite en el trino Dios, la espontánea y agradecida entrega de toda su personalidad a Aquel que se ha revelado a sí mismo en Jesucristo. Sin embargo, Pablo no ora para que los filipenses comiencen a ejercitarse en este amor, sino para que el océano de su amor alcance su pleamar y sus olas lleguen hasta las más altas cimas, para que así abunde más y más. Ahora bien, el amor plenamente desarrollado nunca marcha solo, sino que va acompañado por todas las demás virtudes. Obra en hermosa cooperación con pleno conocimiento y discernimiento agudo. Aunque el conocimiento sin amor no tiene ningún valor espiritual (1 Co. 13:2), y aunque “el conocimiento envanece, pero el amor edifica” (1 Co. 8:1), el amor tiene necesidad del conocimiento, particularmente de un conocimiento real, pleno, maduro y espiritual. Su propósito: para que aprobéis las cosas que son excelentes. Esto es, lógica-mente, una conclusión de lo que ya se ha dicho. Algunos comentaristas prefieren traducir la frase de la siguiente manera: “para que distingáis cual es la diferencia entre una cosa y otra”. En abstracto, esta traducción es posible, ya que la diferencia entre ambas versiones no es tan grande como para que la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo sea insuficiente para elegir lo primero y rechazar lo último. La idea que Pablo indica es ser puros e irreprensibles, como dice: sean puros e irreprensibles para el día de Cristo.1. No basta, sin embargo, el orar únicamente para que en el día de la venida de Cristo no sea hallada mancha alguna ni defecto en los filipenses. Esta petición negativa implica también la forma positiva, por lo que la oración continúa: para que seáis.... llenos de frutos de justicia.Pablo ora para que en los corazones y vidas de los filipenses se dé una rica y abundante cosecha espiritual de los mejores frutos del cielo; tales como, amor, gozo, paz, mansedumbre, bondad, benignidad, fe, templanza, paciencia (Gá. 5:22, 23), y las obras que de ellos resultan. Una de estas obras, una de las más importantes, es el ganar almas (Pr. 11:30). Como es manifiesto por el pasaje ya mencionado (y véase también Am. 6:12, cf. Stg. 3:18), la expresión “frutos de justicia” es tomada del Antiguo Testamento. Estos son los frutos que producen una relación correcta entre Dios y el creyente. Nadie puede producirlos por sí solo, por su propio esfuerzo. Son frutos que vienen por medio de Jesucristo, porque sin El el discípulo nada puede hacer (Jn. 15:5). Es Cristo quién, por medio de su sacrificio, adquirió para el creyente un nuevo estado y, en consecuencia, una nueva condición, para que en virtud de esta nueva relación, el creyente, por el poder del Espíritu Santo, pueda llevar fruto, más fruto, mucho fruto (Jn. 15:2, 5; cf. Mt. 7:17, 18). En efecto, los creyentes son “hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Ef. 2:10). Pablo concluye su oración suplicando a Dios , sea para la gloria y alabanza de Dios. El ciclo ha de efectuar su recorrido completo; los frutos descienden del cielo, y su fragancia debe volver allá de nuevo. El fin primordial del hombre es “glorificar a Dios y gozar de él para siempre” (cf. Mt. 5:16; Jn. 15:8; 17:4).La majestad del amor y poder redentor es de Aquel que se regocija sobre su pueblo con cánticos cuando éste se goza (Sof. 3:17), debe ser reconocida con gratitud, en una espontánea antífona de alabanza y adoración. Síntesis de 1:1–11.Esta sección consta de tres partes: salutación, acción de gracias y oración; bien que estas dos últimas, por su estrecha relación, pueden ser consideradas como una sola. Pablo añade: “con los obispos y diáconos”. Dichosa la iglesia que tiene obispos y diáconos en los que Pablo puede confiar. Pablo da gracias a Dios porque, siempre que se acuerda de y ora por los filipenses, el gozo fluye de su corazón.os filipenses han demostrado siempre que la obra de la gracia de Dios, que es prueba de su eterna seguridad y preservación, está obrando en sus corazones y vidas. Son conscientes de las responsabilidades que entraña la bendita comunión de todos los que están en Cristo. Versículos 12–30 Pablo, el preso optimista se goza en sus prisiones para el progreso del evangelio, y en el hecho de que Cristo será magnificado en su persona (la de Pablo), o por vida o por muerte; y exhorta a los filipenses a permanecer firmes, unidos, y sin temor. 1:12–18a El encarcelamiento para el progreso del evangelio. 1:18b–26 Cristo magnificado en la persona de Pablo, o por vida o por muerte. 1:27–30 Exhortación a la firmeza, unidad, y valentía. 1:12–18a I. El encarcelamiento para el progreso del evangelio 12. Pablo, como gozoso siervo de Cristo Jesús, es también el preso optimista. El Cristo a quien tan diligentemente sirve, cuidará de él; y en verdad, así lo hace ya, y no solamente de él, sino lo que es mucho más importante, también del evangelio. Muy probablemente este optimismo no era compartido por todos aquellos a quienes Pablo se dirigía. La iglesia de Filipos estaba presa de ansiedad. “¿Qué sucedería con Pablo? ¿Sería condenado o sería absuelto?” Estas eran las preguntas que todos se hacían ansiosamente. Pero en ambos puntos Pablo era de una opinión diferente. La pregunta primordial que él se hacía no era: “¿Qué me sucederá a mí?” sino: “¿En qué medida se ve afectada la causa del evangelio por lo que a mí me ocurre?” Y su respuesta no era: “Se está retrasando”, sino: “Está progresando realmente a causa de mis prisiones”. Y de acuerdo con este modo suyo de pen-sar, Pablo escribe primero sobre “el evangelio”, “el mensaje de Dios”, “el Cristo” (versículos 12–18), y luego sobre su propia esperanza de libertad (versículos 19–26). La cláusula del principio; Quiero que sepáis, hermanos,Este tipo de introducción sirve para advertir que lo que viene a continuación es de gran interés o importancia. La palabra hermanos es un término cariñoso, e indica que el apóstol considera que los filipenses eran, junto con él, hijos del mismo Padre celestial por la virtud de los méritos de Cristo y la obra del Espíritu, y por lo tanto, partícipes de la gloriosa comunión, Pablo continúa: que las cosas que me han acontecido en realidad han contribuido para el progreso del evangelio. Las experiencias más recientes del apóstol fueron para el evangelio lo que la valerosa obra de los ingenieros es para el avance de un ejército. Y por parte de muchos miembros de la iglesia había temor y cobardía. Su proceder en medio de la aflicción—habían contribuido a quitar de en medio estos obstáculos. Cuando el apóstol fue a Roma como preso, realmente fue el evangelio que entró en la ciudad imperial. Josafat, amenazado por los amonitas y moabitas, en medio de su aflicción, eleva una oración conmovedora; siguen luego la alabanza, la victoria, y la acción de gracias (2 Cr. 20). Jeremías, arrojado a una cenagosa cisterna y sufriendo otras tribulaciones, forja la famosa frase inmortalizada en la Escritura y en un himno: “Grande es tu fidelidad” , Pedro y Juan, encarcelados, se atre-ven más que nunca proclamar a Cristo como el único Salvador (Hch. 4). La iglesia primitiva, esparcida por doquier, aprovecha esa misma oportunidad para ir por todas partes anuncian-do la palabra (Hch. 8). La manera en que este maravilloso progreso ha sido conseguido, se explica a continuación. En primer lugar, por el efecto que las experiencias de Pablo han tenido sobre los de afuera, de modo notable en la guardia pretoriana . 13. Hablando del primer grupo, Pablo declara: de manera que se ha hecho notorio por toda la guardia pretoriana y a todos los demás que mis cadenas son por Cristo. Sobre la expresión la guardia pretoriana véase la Introducción II, V. Pablo estaba bajo constante vigi-lancia (cf. Hch. 28:16, 20). Los guardias se relevaban unos a otros, y de esta forma muchos de ellos entraron en contacto con el apóstol de los gentiles. Ellos pudieron observar su paciencia, su mansedumbre, su ánimo, y su inquebrantable lealtad a sus íntimas convicciones. Quedaron profundamente impresionados. Sí, estos duros soldados, estos rudos legionarios, quienes presuntamente serían los menos afectados por el evangelio, fueron hondamente movidos por cuanto vieron, oyeron, y sintieron en presencia de Pablo. El caso de Pablo, o mejor dicho, la causa de Cristo, se convirtió en “la comidilla del pueblo”. Todo esto significaba progreso para el evangelio, porque el verdadero asunto se estaba aclarando. Y ahora el efecto que causó sobre “los hermanos”: y la mayor parte de los hermanos han sido alentados en el Señor por medio de mis cadenas, y están mostrando mucho más valor para hablar sin temor el mensaje de Dios.Y los judíos que creyeron fundaron sus propias iglesias en Roma.Pablo recibía a todos los que venían a él, predicando el reino de Dios y enseñando sobre el Señor Jesucristo con toda libertad y sin obstáculo (Hch. 28:30, 31). Al contrario, parecían estar “aterrados por los enemigos” (v. 28), por lo que claramente necesitaban la admonición de que cada uno no mirara solamente por lo suyo propio, sino también por lo de los demás (2:4), cosa que ninguno hacía (cf. 2:21). Nadie acudió en defensa de Pablo, sino que todos lo abandonaron. To-dos pudieron observar la entereza y el ánimo de Pablo “ante el fuego del enemigo”. El Señor le fortaleció maravillosamente (Fil. 4:13), y no sólo en el proceso, sino mucho antes, en su viaje a Roma como preso (Hch. 23:11; 27:23). Así pues, al final, como resultado de haber visto la obra de la gracia de Dios en el corazón de su “apóstol encadenado”, la mayor parte de los hermanos (no solamente muchos, como dicen ciertas versiones), cobraron ánimo, el ánimo que es “en el Señor”, impartido y reavivado por El. El hecho, manifiesto por lo que a continuación veremos, de que aún entonces las condiciones no eran las más idóneas, ni siquiera entre los predicadores de Roma, sirve, no obstante, para mostrar el extraordinario optimismo de Pablo: 15. Algunos, por cierto, predican a Cristo por envidia y rivalidad; pero otros lo hacen de buena voluntad. Pensando causar tribulación (para mí) en mis cadenas”, no se refiere, en modo alguno, a aquellos para quienes sólo tiene motivos de alabanza por haber sido “alentados en el Señor por mis cadenas y están mostrando mucho más valor para hablar sin temor el mensaje de Dios”. a. el verdadero asunto se ha aclarado para los de afuera (la guardia pretoriana, etc.), de manera que estos ahora dan perfecta cuenta de que las cadenas de Pablo son por Cristo; b. la mayor parte de los creyentes de la gran metrópoli, sacudiendo sus primeros temores, proclaman, al fin, el mensaje de Dios animosamente. Hasta donde se puede entender del texto, ninguno de estos predicadores enseña una falsa doctrina.Y esa es la cuestión!, en consideración de la cual Pablo divide a los predicadores de Roma en dos grupos. El primer grupo está compuesto por aquellos que anuncian a Cristo por envidia y rivalidad. (Para esta misma combinación véase también 1 Ti. 6:4). Para un estudio de la palabra envidia. 16.El segundo grupo estaba compuesto por los que eran movidos por buena voluntad (palabra que se usa aquí en el sentido de buena voluntad humana; mientras que en Fil. 2:13; Lc. 2:14; 10:21; Ef. 1:5, 9 se emplea significando el beneplácito divino).Estos lo hacen por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. 17. Aquellos predican a Cristo por ambición personal. Como el siervo asalariado des-precia muchas veces el idealismo, y solo vive pendiente del pago que ha de recibir, así también estos predicadores envidiosos son movidos únicamente por motivos egoístas (cf. Fil. 2:21). Pablo continúa: estos predican a Cristo no con sinceridad, es decir, no con motivos puros y apropiados, pensando causar tribulación (para mí) en mis cadenas. 18a. Pero, ¿qué importa? Que49de todas maneras, sea hipócrita, o sinceramente, Cristo es proclamado, y en esto me regocijo. La abnegación de Pablo provoca una cariñosa admiración. Nosotros lo amamos tanto más por haber escrito este bello pasaje. II. Cristo glorificado en la persona de Pablo o por vida o por muerte. 18b, 19. Pablo es el preso optimista no solamente porque sabe que sus prisiones son para el progreso del evangelio (1:12–18), sino también porque está profundamente convencido de que Cristo será glorificado en su persona y que este feliz objetivo se logrará tanto si es puesto en libertad (cosa que firmemente espera), como si es condenado a muerte (1:19–26).Porque sé que por medio de vuestras oraciones y por la ayuda provista por el Espíritu de Jesucristo esto redundará en mi salvación. 20. Este “saber o conocimiento” del que Pablo habla está en perfecta armonía con una convicción profunda, fruto de la experiencia. Por lo cual, el apóstol continúa diciendo: Conforme a mi ardiente anhelo y esperanza, de que jamás en nada seré avergonzado; sino que ahora, como siempre, por mi valor inagotable Cristo será glorificado en mi persona. Así pués, Cristo será glorificado en la persona de Pablo; literalmente cuerpo, palabra que aquí indica toda su personalidad (cf. también Ro. 12:1; Ef. 5:28),52 como es evidente por la frase que sigue a continuación: ya sea por vida o por muerte. 21. No existe una clara división entre los versículos 20 y 21. Ambos forman una unidad. Pablo dice que él sabe que Cristo será glorificado en su persona, pues para mi el vivir (es) Cristo, y el morir (es) ganancia.Ahora bien, si (lo que me espera es) el vivir en la carne esto significa para mí una labor fructífera. Las palabras que aparecen entre paréntesis muestran que de nuevo aquí tenemos una expresión abreviada, aunque el sentido es bastante claro. Puesto que para Pablo el vivir era Cristo, por tanto el morir era ganancia (v. 21). En efecto, para él era mucho mejor, muchísimo mejor (v. 23). Por lo tanto no es de extrañar que diga a continuación: no obstante, no puedo decir qué escogeré. Que la elección es difícil, se manifiesta aun más patentemente por las palabras: Por ambas partes me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, ya que eso es muchísimo mejor; sin embargo, permanecer en la carne es más necesario por causa de vosotros. Dividido por consideraciones conflictivas, Pablo se siente presionado por ambas partes: Por un lado existe el deseo, el intenso anhelo, de abatir (literalmente, desarmar) la tienda de su existencia temporal y terrena; el deseo de “levantar el campo” o de “soltar las amarras del barco”; en una palabra: de partir. La expresión “vivir en la carne” significa continuar viviendo en este mundo. En las epístolas paulinas la palabra σάρξ (carne) tiene los siguientes significados: a. La sustancia principal del cuerpo, sea de hombres o de animales (1 Co. 15:39); b. El cuerpo mismo, en distinción del espíritu, mente, corazón (Col. 2:5); c. La existencia terrena (Gá. 2:20; Fil. 1:22, 24); d. Un ser humano, considerado como una criatura débil, terrena y perenne (1 Co. 1:29; Gá. 2:16) Este uso proviene principalmente del hebreo. Cf. Is. 40:6, “Toda carne es hierba”, etc. e. Descendencia o relación física (Ro. 9:8); f. La naturaleza humana, sin ningún tipo de menosprecio (Ro. 9:5); g. Dignidad y logros humanos, con énfasis en las ventajas o privilegios hereditarios, ceremoniales, legales y morales; el yo sin la gracia regeneradora; cualquier cosa aparte de Cristo en la cual se basa la espe-ranza de salvación (Fil. 3:3); h. La naturaleza humana, considerada como el asiento y vehículo de los deseos pecaminosos (Ro. 7:25; 8:4–9, 12, 13; Gá. 5:16, 17, 19; 6:8). El permanecer aquí y El partir para estar con Cristo a. Una residencia temporal, una simple tienda de campaña. Una morada permanente b. El sufrimiento mezclado con gozo El gozo sin mezcla de sufrimiento c. El sufrimiento por un poco de tiempo El gozo eterno d. Ausente del Señor Estar en casa con el Señor e. La lucha La fiesta f. El dominio del pecado El dominio de la completa liberación del pecado, santidad positiva. 25, 26. Y así dice: Y estando convencido de esto, sé que permaneceré, sí, y permaneceré con todos vosotros. Debido a que el apóstol está convencido de lo que acaba de escribir, es decir, de que la prolongación de su vida será para un trabajo fructífero, trabajo del que está necesitada la iglesia de Filipos, él considera que es muy probable que permanecerá sobre la tierra un poco más. El propósito de esta esperada libertad y de este subsecuente ministerio está expresado en la frase para vuestro progreso y gozo en la fe, y en la cláusula que se ofrece en oposición a ésta (v. 27). Por tanto, Pablo liga clara-mente estos dos conceptos, y escribe que espera permanecer con sus amigos en la tierra para su provecho y gozo en la fe. Y añade acto seguido la elucidación: a fin de que por mí, es de-cir, por razón de mi visita a vosotros otra vez, vuestro gozo en Cristo abunde. Es saludo de Pablo y Timoteo está dirigido a los santos lavados por la sangre de Cordero de Dios: Su Iglesia: Oración de Pablo por Creyentes : Se basa en la consolación de el que comenzó la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesús, y nos cuenta sobre el amor para que abunde en ciencia y conocimiento de Dios. Contexto: El apóstol ofrece acción de gracias y oraciones por la buena obra de gracia en los filipenses. Hay un alto honor de los ministros más eminentes es decir siervo de Cristo. Los que no son verdaderos Santos en la tierra nunca serán Santos en el cielo. Fuera de Cristo los mejores Santos son pecadores incapaces de estar delante de Dios, no hay paz sin gracia y la paz interna surge percibir el favor divino, no hay gracia sin paz sino de nuestro padre Dios tiene la Fuente del origen de todas las bendiciones. El apóstol fue maltratado en filipos y vio poco fruto de su labor pero recuerda con gozo los Filipenses y esto nos enseña que debemos agradecer a nuestro Dios dando gracias y consuelos, los dones y el servicio de otros, cuando recibimos el beneficio y Dios recibe la gloria. La obra de Gracia nunca será perfeccionada sino hasta el día de Jesucristo, día de su manifestación. Pero estemos siempre confiados en que Dios completara su buena obra en toda alma donde haya comenzado por la regeneración, aunque no debemos confiarnos de las apariencias externas, nena si no en la nueva creación para la vida en santidad. Y los que sufren juntos en la causa de Dios deben amarse mutuamente. Expresa afecto y ora por ellos. Así como Cristo ama las almas y se compadece de ellas debemos tomarlas nosotros y compadecernos de ellas para que andemos en la gracia que tenemos que andar como aprobando diferentes cosas y aprobando la excelente, verdades y las leyes de Cristo son excelentes y se recomiendan a sí mismas como tales a toda la mente atenta. La sinceridad debe ser la marca de nuestra conversación en el mundo y es la gloria de todas nuestras virtudes. Los cristianos no deben ofenderse y deben tener mucho cuidado en no ofender a Dios ni a los hermanos, y las cosas que más honran a Dios son las que nos beneficiaran. No demos cabida a ninguna duda sobre si hay algún fruto bueno o no en nosotros Porque nadie debe sentirse satisfecho con una medida pequeña de amor, conocimiento y fruto cristiano. Para mí el vivir es Cristo : Pablo exhorta a predicar la palabra sin temor a orar por los santos , y concluye que el vivir es Cristo y morir es ganancia ( El alfa y el Omega), padeciendo en Cristo como creyendo en él, y comportándose dignos de evangelio. Filipenses 1:12-30 12—20. Los fortalece para que no se desanimen por sus sufrimientos. El apóstol Estaba preso en Roma y para borrar el vituperio de la cruz muestra la sabiduría y la bondad de Dios en sus sufrimientos, estas cosas le hicieron conocido donde nunca hubiera sido conocido de otro modo y se dio al conocimiento a todo aquel que quisiera ver sustratos, sufrió de parte de Falsos amigos y de los enemigos. Es de miserable carácter predicar a Cristo por envidia o contienda como a Pablo añadiendo flexión a las cadenas que oprimían a este, el mejor de los hombres entre los hombres, el apóstol estaba cómodo en medio de todo, regocijarnos, esto que nuestros trastornos pueden hacer bien a muchos y todo lo que resulte para nuestra salvación es por el espíritu de Cristo y la oración el cual es el medio designado para buscarlo. Nuestras expectativas y esperanzas más fervientes no deben ser lograr que otros tomen la honra de los hombres y escapar de la Cruz el sufrimiento, sino ser sustentado en medio de la tentación, desprecio y aflicción. Y dejemos que Cristo nos usé para su gloria con malla por labores o sufrimientos, por diligencia o paciencia, por vivir para su honra trabajando para él o morir para su honra sufriendo por Él. 21—26. El estaba preparado para glorificar a Cristo por su vida o su muerte. La muerte es una pérdida grande para el hombre carnal y mundano, pierde todas las bendiciones terrenales y todos sus esperanzas pero para el creyente verdadero es ganancia, porque el es el fin de todas sus debilidades y miserias. Le libra de todos los males de la vida y les lleva a poseer el bien principal. La disyuntiva del apóstol no era entre vivir en este mundo y vivir en el cielo, entre ellos no hay ninguna comparación, era servir a Cristo en este mundo y disfrutar de él en el otro. No entre dos cosas malas, y entre dos cosas buenas para vivir para Cristo o estar con el. Como el poder de la fe y de la gracia divina Cómo puede hacer dispuestos para morir. en mundo Estamos rodeados de pecado, con Cristo escaparemos del pecado y de la tentación, tristeza y la muerte para siempre. Pero Quiénes tienes más razón para partir deben estar dispuestos a quedarse en el mundo en la medida que Dios tenga alguna obra para ellos. Mientras más inesperada sea las misericordias antes que ellos se vayan, más de Dios se verá en ellos. 27—30. Exhortaciones al celo y la constancia para profesar el evangelio Los que profesan el evangelio de Cristo deben vivir como corresponde a los que creen las verdades del Evangelio, se someten a las leyes del Evangelio y dependen de las promesas del Evangelio. La palabra original por "comporteis" con nota la conducta de los ciudadanos que procuran el prestigio, la seguridad, la Paz y la prosperidad de la ciudad el nombre propio. En la fe del Evangelio existe Por lo cual vale la pena esforzarse, posición y se necesita esfuerzo. El hombre puede dormirse e irse al infierno, pero el que quiere ir al cielo debe cuidar de sí Y ser diligente Puede que haya unidad de corazón y afecto entre los cristianos donde haya diversidad de juicio sobre muchas cosas, la fe es el don de Dios por medio de Cristo, la habilidad y la disposición para creer son de sólo Dios primos de reproche y perdida por Cristo, tenemos que contarlos como dádiva y apreciarlos como tales. Pero la salvación no debe atribuirse a las aflicciones corporales,sin acciones y las persecuciones mundanas las hicieran merecer y la salvación es únicamente de Dios, la paciencia son sus dádivas.
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