De acuerdo a la opinión de muchos comentaristas, las siete secciones están colocadas en dos grupos. Parece que Apocalipsis 12:1 (u 11:15) es el punto donde el primer grupo o serie de visiones termina y el segundo principia.
En el primer grupo (capítulos 1-11) vemos el conflicto entre los hombres, es decir, entre los creyentes y los incrédulos. El mundo ataca a la iglesia. La iglesia sale victoriosa, es vengada y protegida. El segundo grupo de visiones (capítulos 12-22) nos enseña que este conflicto aquí en la tierra tiene un significado más profundo.
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Análisis general
A. las siete secciones paralelas 1. Cristo en medio de los candeleros (1:1-3:22) El tema central de estos capítulos es Cristo en medio de los siete candeleros de oro. Estos candeleros representan a las siete iglesias (1:20). Juan fue comisionado a escribirle una carta a cada iglesia (véase los capítulos 2, 3). Debido a que el número siete aparece muchas veces en el Apocalipsis y es siempre símbolo de entereza o perfección, podemos dar por sentado que tal es el caso aquí y que el número representa a la iglesia entera a través de toda su existencia hasta el fin del mundo. Así interpretada, cada iglesia es, por decirlo así, un tipo, el cual no está representando un período definido en la historia, sino las condiciones que se repiten continuamente en la vida real de las distintas congregaciones.! El último libro de la Biblia es incomparablemente hermoso en estilo por su redacción, en simbolismo, en propósito y en significado.
¿Pudiéramos encontrar alguna obra literaria que exceda a la descripción majestuosa del Hijo del Hombre andando en medio de los siete candeleros de oro CAp. 1:12-20), o una descripción más vívida y pintoresca que la del Cristo victorioso, llamado Fiel y Verdadero, sentado sobre un caballo blanco, vestido de una ropa teñida en sangre, seguido de los ejércitos celestes Cap. 19:11-16)? ¿y dónde encontramos un mayor contraste que el de la ruina de Babilonia y el gozo de la Jerusalén de oro CAp. 18:19; 21:22)? INTRODUCCIÓN
Lucas describe a Jesús como el que salva. Nos demos cuenta o no, la humanidad está perdida y desesperada, sin ayuda ni esperanza. No hay escapatoria del juicio. Pero el evangelio de Lucas nos recuerda que a costa de su propia vida, Jesús vino a salvarnos. Esta es la cuarta lección , y la hemos titulado "El Evangelio Según San Lucas." Como leer el tercer evangelio del Nuevo Testamento con un mayor entendimiento?, y como aplicar sus enseñanzas a nuestras vidas.Exploraremos el evangelio de Lucas en tres etapas. Primero, consideraremos el trasfondo del evangelio de Lucas. Segundo veremos su estructura y contenido. Y tercero, observaremos algunos de sus temas principales. TRASFONDO Veremos el trasfondo del evangelio de Lucas considerando su autor, su audiencia original y la ocasión o circunstancias de su escritura. Vayamos primero a su autor. Autor Desde el principio, debemos mencionar que el evangelio de Lucas es ampliamente reconocido como el primero de dos volúmenes. El segundo volumen es "El Libro de los Hechos." Y debido a esto, preguntas sobre la autoría de Lucas están envueltas con preguntas acerca de la autoría de Hechos. Escuchemos el prefacio del evangelio de Lucas en Lucas 1:1 al 4: "Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido. (Lucas 1:1-4)" Y comparemos este pasaje con el prefacio similar en Hechos 1:1 y 2, donde dice: "En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba. (Hechos 1:1-2)" Estos dos prefacios indican que el autor escribió a alguien llamado Teófilo. Y el prefacio de Hechos hace referencia a un primer libro. Esto ha dirigido a los académicos a concluir que el primer libro fue el evangelio de Lucas. 1 1 Pablo, un siervo de Cristo Jesús, un apóstol llamado, apartado para el evangelio de Dios, Saludo 1:1
Pablo, un siervo de Cristo Jesús, un apóstol llamado, apartado para el evangelio de Dios. Este es el comienzo del más extenso saludo inicial de Pablo. A suerte de comparación, nótese la siguiente lista que indica, en orden ascendente, el número de palabras que cada saludo tiene en el idioma original: 1 Tesalonicenses 19 2 Tesalonicenses 27 Colosenses 28 Efesios 28 (o 30) 2 Timoteo 29, Filipenses 32 ,1 Timoteo 32 ,2 Corintios 41, Filemón 41, 1 Corintios 55, Tito 65 12 O: según. 13 O: basada en la fe; o: que surge de la fe. 30 Gálatas 75 Romanos 93 . Tal como en la epístola a Tito, Pablo se presenta aquí en Romanos como un doulos (pl. douloi, en Fil. 1:1) de Cristo Jesús. Como equivalente de doulos algunos prefieren y otros aun insisten en—esclavo. Debemos reconocer que ciertos rasgos inherentes a la condición de esclavo, tales como la de la absoluta sumisión a su amo y su total dependencia de él, como también el derecho de propiedad del amo y su autoridad sin restricción sobre el esclavo, pueden ser aplicados, aunque en un sentido mucho más exaltado, a la relación entre Cristo y los creyentes. ¿Tiene Romanos un tema?
Si por “tema” queremos decir un asunto del cual el escritor nunca se desvía, la respuesta es No. Esta carta toca una variedad de asuntos: el deseo de Pablo de visitar Roma (1:10), la ira de Dios (1:18), Adán versus Cristo (5:12–21), el antinomianismo (6:1), la lucha del alma (7:15–24), el sufrimiento presente contrastado con la gloria futura (8:18), Israel (cap. 9–11), el amor (12:9), los impuestos (13:6), el vegetarianismo (14:2), el fuerte y el débil (14:1; 15:1), la filantropía (15:25–27), España (15:28), Febe (16:1), Satanás (16:20). Respecto a este tema hay considerable diferencia de opinión. Mucho se ha escrito al respecto, especialmente en los años recientes. Como indicamos anteriormente, Pablo había alcanzado el fin de su obra misionera en la parte oriental del Imperio Romano. El había “plantado” (1 Co. 3:6) el evangelio en los grandes centros (y además como Antioquía de Siria, Filipos, Corinto, Efeso y la palabra del Señor se difundía ampliamente (cf. Hch. 19:20, 26; Ap. 1:4, 11). En realidad, Pablo mismo había proclamado las buenas nuevas de salvación desde Jerusalén hasta lo que hoy en día es Yugoeslavia y Albania (Ro. 15:19). El evangelio hasta había llegado a Roma, aunque Pablo mismo nunca había visitado esta ciudad. El tenía, sin embargo, muchos amigos allí, íntimos conocidos a quienes amaba mucho. Así que ahora él confía en que el anhelo que ha abrigado durante muchos años, a saber, de ir a Roma (Ro. 15:23; cf. 1:10, 11; Hch. 19:21) pudiera al fin ser satisfecho. El se da cuenta, sin embargo, que no puede navegar inmediatamente hacia Roma por la ruta del Golfo de Corinto y del Mar Jónico, ya que ha estado conduciendo una campaña a beneficio de los empobrecidos santos en Jerusalén. |
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