Análisis
El engaño del juego El punto uno del pacto bíblico es la trascendencia de Dios, pero también su presencia. Este es el concepto bíblico de la soberanía original de Dios. Pregunta: "¿Quién está a cargo aquí?" Proverbios 16:33 es claro: no existe el azar. Pero los hombres no creen esto. Por eso juegan. Echan suertes. Tiran los dados. Juegan a las cartas por dinero. Apostaron en carreras de caballos. Esto es lo que los economistas llaman juegos de suma cero. Los ganadores ganan a expensas de los perdedores. No hay aumento neto de la riqueza. La capacidad de los hombres para predecir los resultados de los juegos de suma cero se limita a la probabilidad estadística. Los resultados pueden parecer parte de un patrón estadístico, o pueden parecer estadísticamente aleatorios. Esta es una ilusión que se debe a la falta de omnisciencia de los hombres. Ningún evento se basa nunca en el azar. El corazón del rey es una corriente de agua en la mano del Señor; lo gira donde quiera (Proverbios 21: 1). Cualquier teoría de causalidad que niegue esto también necesariamente niega la enseñanza clara de la Biblia.
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Mayo 2020
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