El Apocalipsis es una obra de arte, arte maravilloso, arte divino. Por medio de bandas sutiles se unen sus distintas partes. No podemos entender los capítulos 2 y 3 a menos que hayamos leído antes el capítulo. 1. y los capítulos 2 y 3, a su vez, forman el escenario, por decirlo así, de las secciones posteriores del libro. Las promesas que se encuentran en estos dos capítulos se repiten y explican más a fondo en los pasajes subsiguientes. ¿Quiere saber el significado de las palabras: «Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios»? Lea, entonces, Apocalipsis 22:2, 14, 19. ¿Busca una definición de «la muerte segunda» en vista de la gloriosa promesa: «El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda»? Apocalipsis 20:14 Le ofrece precisamente lo que está buscando. El <<nombre nuevo» prometido a los «vencedores», 2:17, se menciona una y otra vez: 3:12; 14:1; 22:4. Cotéjese 19:12, 13, 16. En 12:5 y 20:4, se encuentra un comentario respecto a «la potestad sobre las naciones», mencionada en 2:26. «La estrella de la mañana» de 2:28, se menciona de nuevo en 22:16, y así sucede con todas las otras promesas.! Las siete epístolas pertenecen a la misma esencia del libro. El libro es uno. Además, estas siete epístolas revelan -con pequeñas modificaciones un modelo único. Este modelo aparece muy claramente en las epístolas a Éfeso, Pérgamo, Tiatira y Sardis. Note usted las siete partes: 1. La salutación o saludo, por ejemplo: «Al ángel de la iglesia en Éfeso... » 2. El título que Cristo se da a sí mismo: «El que tiene las siete estrellas en su diestra...» 3. El encomio de Cristo: «Sé tus obras, y tu trabajo y paciencia...» 4. La condenación de Cristo: «Pero tengo contra ti que...» 5. La advertencia y la amenaza de Cristo: «Recuerda por tanto... pues si no... » 6. La exhortación de Cristo: «El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias». 7. La promesa de Cristo: «Al que venciere... le daré a comer del árbol de la vida». En cada iglesia -con la sola excepción de Laodicea- Cristo encuentra algo digno de recomendación. En cinco de las siete, encuentra algo que condenar. Las excepciones laudables son Esmirna y Filadelfia. Estas siete epístolas están divididas en dos grupos: uno de tres y otro de cuatro. 2 En las tres primeras cartas la promesa viene después de la exhortación. En las cuatro siguientes el orden está invertido. La opinión de que estas siete iglesias representan siete períodos sucesivos de la historia de la iglesia apenas necesita refutación. 3 Ni siquiera mencionemos la casi chistosa -si no fuese tan lamentable exégesis que, por ejemplo, hace que la iglesia de Sardis, la cual estaba muerta, represente la gloriosa época de la Reforma. Debe quedar muy claro a cada estudiante de la Biblia que no hay ni un átomo de evidencia en todas las Sagradas Escrituras que corrobore este método enteramente arbitrario de despedazar la historia de la iglesia y de asignar los pedazos resultantes a las respectivas epístolas de Apocalipsis 2 y 3. Las epístolas describen las condiciones que ocurren no solamente en una época especial de la historia de la iglesia, sino repetidas veces. Lea: También
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